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Volvemos, en primer lugar y por el principio, pidiendo disculpas a mis terrícolas lectores. Mi mente ha sido últimamente un lugar inhóspito para ideas no pedestremente productivas (me refiero a monetariamente productivas). Podrá usted decir "Oh, mi buen amigo Kraken se la pasa puro amasando billetes"... nada más lejano a la realidad. Mi jefa le saca tanto jugo a mi celeblo, que me lo deja seco para todo lo demás. Es decir, si bien he estado produciendo como loco, más me he estado aburriendo.

No me malentienda: el trabajo es una cosa buena que aleja las deudas y divierte razonablemente, tanto como puede divertir el dar su tiempo a crear proyectos que no son idea suya. Algo así como colaborar en el Hogar de Cristo, pero con la ventaja de que te paguen por aquello aunque de verdad no te importen un céntimo los vagabundos. Si me aburriera en mi trabajo, no estaría ahí. El asunto es, simplemente, que trabajar 12 horas al día no da para ser un buen ser humano, para perder el pensamiento sinuosamente en ideas que no le importan más que a uno mismo o a su socio. Es justo y necesario el desarrollar tanto el cuerpo como la mente, el ocio y el negocio. El yin y el yang. El algodón y el poliéster. Porque si nos dedicamos a puro hilar algodón, vamos a tener puros calzoncillos pero ninguna polera.

Buenas noches, mis terrícolas lectores.

Etiquetas: i'm back, jugo, ocio, trabajo