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Tormenta me dice que no la sé mantener
Ruedas atascadas
Le digo que no me importa, que viaje
Y se niega, me dice no.

Tormenta China vuela
ruedas al cielo de repente
Cae, se rompe, se dobla
Y llora lágrimas de aceite

Vamos, Tormenta, a tomar aire
renguea a mi lado
Me arrepiento y te pido perdón
Y se niega, me dice que no

Tormenta China repta
No hay aire en su cámara
Zigzaguea, patina, cojea
Y me mira con dolor

Mira, Tormenta, reparé tu rueda
Puede ser que no te sepa mantener
Limpia y engrasada brillas, ¿viajemos?
No me digas no, no me digas no.

Said Red Molly to James that's a fine motorbike
A girl could feel special on any such like
Said James to Red Molly, well my hat's off to you
It's a Vincent Black Lightning, 1952
And I've seen you at the corners and cafes it seems
Red hair and black leather, my favorite color scheme
And he pulled her on behind
And down to Box Hill they did ride

Said James to Red Molly, here's a ring for your right hand
But I'll tell you in earnest I'm a dangerous man
I've fought with the law since I was seventeen
I robbed many a man to get my Vincent machine
Now I'm 21 years, I might make 22
And I don't mind dying, but for the love of you
And if fate should break my stride
Then I'll give you my Vincent to ride

Come down, come down, Red Molly, called Sergeant McRae
For they've taken young James Adie for armed robbery
Shotgun blast hit his chest, left nothing inside
Oh, come down, Red Molly to his dying bedside
When she came to the hospital, there wasn't much left
He was running out of road, he was running out of breath
But he smiled to see her cry
And said I'll give you my Vincent to ride

Says James, in my opinion, there's nothing in this world
Beats a 52 Vincent and a red headed girl
Now Nortons and Indians and Greeveses won't do
They don't have a soul like a Vincent 52
He reached for her hand and he slipped her the keys
He said I've got no further use for these
I see angels on Ariels in leather and chrome
Swooping down from heaven to carry me home
And he gave her one last kiss and died
And he gave her his Vincent to ride

Cuando tenía 3 años, grabé mi primer disco.
A los 4, tuve mi primera polola
A los 5, cambié mi corte de pelo por un bolsón de cuero y un paletó.
A los 6, me hicieron bullying.
A los 7, tuve mi primer pánico.
A los 8, terminé de perder dientes.
A los 9, el gobierno me mintió.
A los 10, conocí a mi primer mejor amigo.
A los 11, crecí.
A los 12, fui campeón.
A los 13, escuché a mi banda favorita y no me gustó.
A los 14, ya no era especial.
A los 15, mi ídolo murió.
A los 16, trataba demasiado duro.
A los 17, era el rey del mundo.
A los 18, era un perdedor.
A los 19, tenía la cabellera que siempre quise.
A los 20, comí mierda a cucharadas.
A los 21, la conocí.
A los 22, empecé a perder mi pelo.
A los 23, empecé a practicar artes marciales.
A los 24, temí volver a los 20.
A los 25, entendí de qué se trataba todo eso.
A los 26, fui un gurka.
A los 27, encontré exactamente lo que me gustaba.
A los 28, formé mi hogar.
A los 29, me casé.
A los 30, me hice inJeniero.
A los 31, jugué a ser libre.
A los 32, tuve mi propio nido.
A los 33, morí y renací.
A los 34 tuve mi primera polola.
No tengo claro qué ha pasado a los 35.
Y en eso estamos.

Me llamó Gerardo a las 4:30 de la mañana. "Alfredo", me dijo, "Rossana está en la clínica. G. la golpeó". ¿De qué me está hablando?¿Es broma? No, Gerardo no bromea con eso. Instantes de terror y desconcierto "Ok, ¿qué puedo hacer?" "Anda a la clínica a despedirte".

 No recuerdo bien cuando la conocí. Debe haber sido por ahí por el 2000 o 2001, probablemente poco antes de obtener nuestra primera sala del CRI, el clóset ése. Probablemente llegó a jugar rol junto a alguien, le agradamos y se quedó permanentemente a abastecernos de pancitos con mantequilla, aseo y canciones. No tardamos mucho en convertirnos en los mejores amigos, o lo mejor que amigos de distinto sexo pueden ser. La llamé "mi amigo con tetas", podíamos hablar de todo tema, incluido minas, siempre ella aportando el punto de vista femenino de un modo muy poco femenino. Nunca pasó nada entre nosotros, porque yo siempre estuve con Sandrita y además ella siempre fue una mina cacho (su mamá se lo dijo en mi cara, para nuestro risal). Y filo; la alegría de su sonrisa iluminaba mi vida, la agudeza de su intelecto hacía las conversaciones interesantes. Llegó a ser algo así como una hermana chica no-tan-chica. El centro de la fiesta en computación, siempre de mami de todos menos mía, siempre armando los juegos de 8 loco, llegando temprano a las clases de estadística con Flema, hasta que se tuvo que ir de la U. Día triste, pero que la templó como una profesional de primera línea. Nunca se tituló de ingeniera, pero siempre fue capaz de taparle la boca a cualquiera. Certificada múltiple por IBM; si ellos la llamaban "ingeniera", nadie podría negarle el honor. La ví vender por técnica pura, por blabla y, de ser necesario, con un vestido apretado y escote hasta el ombligo. Una verdadera gurka, con un cuchillo en cada mano. Ascendió como la espuma... y así se alejó. Dejó de lado sus antiguas amistades, señalando que no le aportaban en su nueva vida. Creo que fui el único que se dio la molestia de subirla y bajarla a retos por eso... y creo que por eso mismo nunca dejamos de ser amigos. Tuvimos problemas, momentos buenos, momentos malos, pero cuando la necesité ella siempre estuvo ahí, la primera en llegar, en hacerme el nudo de la corbata cuando me casé, en acompañarme cuando Sandrita se fue al cielo, en irme a buscar para llevarme a la clínica cuando choqué en la moto. Ella nunca me falló.

Y ahora, mi amiga del alma también se fue al cielo. No es como cuando se fue Sandrita; el sentimiento es otro. Esa vez me perdí yo mismo; esta vez pierdo a mi hermana, mi amiga, mi consejera, la traductora de mi lenguaje, mi Deanna Troi. Pierdo parte de mí mismo. Pierdo más que un brazo. Pierdo a mi Nayita. No dejo de pensar en que si me hubiese llamado quizás habría alcanzado a llegar a ayudarla, en que ayer nos íbamos a juntar a almorzar y hablar sobre los problemas que estaba teniendo, en que el sábado pasado compartimos unos tragos en el boulevard, en que hace un par de meses la acompañé a comprar ropa y botas y luego fuimos al karaoke. No dejo de pensar en lo delgada y estupenda que estaba. La mujer que descansa bajo tierra no es mi Nayita, no es la esencia de lo que fue mi amiga del alma. Y pienso en la cantidad de mentiras y basuras que han inventado los diarios y la televisión para vender 2 ejemplares más u obtener más rating. Mentiras, mentiras y más mentiras, y en el proceso han enlodado su nombre de manera irreparable. Mi amiga es el prototipo de paloma infiel, dicen. Mi amiga, ingeniera brillante, necesitaba que le arreglaran su tablet personal, dicen. Insultos y más insultos, mentiras y más mentiras. Nadie le arregla su tablet a un ex administrador de sistemas de física FCFM. Si hubiese tenido un amante yo lo habría sabido. Y no me consta.

 Sea cual sea el camino que tomes, mi niña hermosa, te deseo un buen viaje. Tienes buena compañía allá arriba, tienes a mi mujer a tu lado. Besos, dulces sueños.

{EAV:4a5bd0e00fc10878}"Vivo en Santiago desde que murió mi papá. Él era pescador. Tenía un bote albacorero, pillábamos unas tremendas albacoras. Cuando él murió, cuando mi hermano murió, dejé la mar y me vine a Santiago. El bote era blanco, de 12 metros."

1.70 metros, abrigo gris, bufanda, hay algo fuera de lugar en su vestir en un abril tibio y en sus lentes cuadrados, perdidos, que vuelan a un pasado terrible.

"-¿Y qué pasó con la lancha?" Pregunta el micrero

"-Goleta. Era una goleta, 12 metros.

-¿La vendieron?

-Desapareció con él. Nunca aparecieron los restos"

Me bajé de la micro y desaparecieron la goleta pescadora, el viejo marino, el hermano perdido, el pescador herido por la mar y las albacoras inmensas y tornasoladas.

Mi historia de amor a la ciencia es larga y complicada. Cuando era niño, a partir de los 4 años más o menos, pasaba largas horas, días, semanas, mirando el cielo, las nubes, los motores, sentado en el patio de tierra jugando con cuanta cosa hubiese ahí: pasto, clavos, leña. Quería ser químico, y cuando aprendí a leer entendí que todo se trataba de mezclar ciertos elementos en forma precisa. Todas las reacciones que leía mezclaban metales o carbono con hidrógeno u oxígeno; yo deducía que lo primero estaba en la tierra y lo segundo en el agua, así que siempre terminaba con una mezcla pegajosa de barro. Tiempo después, eso me hastió; el fracaso sistemático me cansó. Entonces cambié mi enfoque a la física: hacía barcos con madera o restos de planchas viejas, que con masilla se convertían en cascos fantásticos. Hice un brazo hidráulico con algunas tablas, jeringas y tubos de goma cuando tuve 7 años. Cuando entendí las alas fabriqué muchos aviones de madera, y algunos de ellos incluso volaron casi satisfactoriamente; después descubrí la madera de balsa, y los aviones sí empezaron a volar.

Cuando fui creciendo, dejé de mover las manos y empecé a mover más el lápiz. Estudié física en el colegio, y cuando egresé, entré a estudiar física en la universidad. Ahí descubrí que la ciencia teórica no era lo mío, lo mío era hacer con las manos. Pasé unos años terribles y finalmente me fuí por la puerta trasera, con la cola entre las piernas, más maduro y con el sabor metálico del fracaso en la boca. Pero ahí conocí a mi gran amigo, y él me presento a una de sus amigas, Sandra, una linda bióloga ambiental. Ella y yo nos enamoramos inmediatamente.

Cambié el amor a la ciencia por el amor a la científica. Hermosa, alegre, simpática, de buen humor, un amor de niña. El año siguiente reingresé a la universidad, pero a estudiar ingeniería. Mientras yo le enseñé física a Sandra, ella me explicaba estadística. El tiempo pasaba, nuestro amor crecía, la curiosidad por el mundo nos hacía devorarlo. Ella me explicaba sobre la naturaleza animal, yo le contaba sobre la naturaleza mecánica, y ambos disfrutábamos sobre la naturaleza salvaje, pura, hermosa y verde. Ella se tituló de Bióloga Ambiental y comenzó a estudiar un doctorado en Ecofisiología, mientras yo luchaba para terminar mi ingeniería en computación. Gracias a interminables noches de esfuerzo y su paciente apoyo, finalmente llegó el dia en que me convertí en ingeniero, poco después de que Sandra y yo nos casamos.

Sandra comenzó un largo y trabajoso camino al PhD. Mientras yo trabajaba para dar la mantención principal a nuestra nueva familia, ella hacía lo que podía para hacer ingresar dinero mediante becas y trabajos ocasionales. Pero lo que realmente nos hacía vivir eran sus aventuras biológicas, sus terrenos, sus cursos. Cuando ella se fue a hacer una pasantía a Castilla-La Mancha, viajé a acompañarla y a conocer la maravillosa España. Amé Toledo. Disfrutaba cuando ella me contaba sobre su viaje de pasantía en Wyoming, y cuando tuvo seminarios en Buenos Aires, yo la acompañaba. A veces nos levantábamos a las 5 de la mañana y mientras ella iba de terreno yo iba con ella, para ayudarla con sus redes, con sus notas, sus elementos, sólo para estar con ella y conversar mientras los pájaros nos rodeaban. Comentábamos sus métodos y le sugería ideas; algunas servían, otras no.

En diciembre pasado, mientras yo tenía mi primer día de trabajo en una gran empresa chilena y ella estaba en terreno, Sandra sufrió un accidente. Mi Sandrita hermosa se fue para siempre de mi lado.

Todavía me cuesta incluso poder escribirlo. No hay consuelo posible. Ella tenía sólo 30 años y estaba a un par de meses de terminar su doctorado. El dolor es gigante, y revisar sus notas es una espada que se revuelve en mi corazón. Aún no vuelvo a la naturaleza, aún no he sido capaz de visitar el sitio donde se fue. Aún no he vuelto a la vida. Pero en honor a ella, a su gran estatura como persona, científica, chef, amiga, consejera, tía, esposa y amor, no he perdido ni puedo perder ese amor a la ciencia que tuvimos, la curiosidad sobre cómo funciona el mundo.
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Esta historia la escribí hace ya bastante tiempo, en Febrero, para algo en Castilla; la subo acá ahora porque no quiero que se me pierda. Lamento si molesto :/ no es mi intención.

Excusas, excusas. Ordenar mi mente requiere tiempo y esfuerzo, dedicación y pensamientos disponibles. Y este último año todos mis pensamientos han ido ya sea a Sandra o a Carolina; a veces ambas, de repente una, otras veces la otra. Construir una nueva relación es agotador, sobre todo manteniendo intacto el amor a mi esposa. Me han preguntado si es posible amar a dos mujeres, y yo mismo me he hecho esa pregunta... y la respuesta me la dio Sandrita misma, cuidando nuestros sueños. Pero ya me desvío. Ordenar mi mente requiere dedicación. En estos precisos momentos, me encuentro en China, sufriendo un ataque agudo de nostalgia. Me he pasado el año extrañando a Sandra y ahora además extraño a Carolina.. pero ya me desvío. Estoy monotemático, me he pasado el año hablando de Sandra y Carol..... me desvío ¬¬ .

Chistes fuera, cambio de tema. Pensar, enfocar la mente, respirar, tener un objetivo claro. Should I learn to make watches? Should a learn to play the piano, the viola, the clarinet? Should I learn chinese, japanese, swahili? Should I write a book, have a curly girl on my lap, plant a tree? Should I flush my thoughts? Should I clean my body? Should I care about my soul? Should I disconnect? Should I hear more people? Less people? No people? Should I just live? Should I think about my car, my bike, my home, my money, mi TV, my age, my beer gut, my fridge? Should I plan my life, to see it destroyed again? Should I grow up? What is all this about?