La verdad
2 Comentarios Publicado por Kurakensama's External Plugin :: sábado, marzo 19, 2011 :: 5:13 p.m..Hoy es tu cumpleaños. Busqué algo digno que tenerte, que hacer, que ser, y no encontré nada. Vinimos a Los Patos, a ver el lugar donde te fuiste, buscando posibles respuestas. La gente acá sigue impactada con tu accidente, y nos da cariño. Hablamos con Carabineros. Recorrimos tu último camino. Ahora entiendo todo. La camioneta te molestaba, no te gustaba. Nunca antes manejaste nada parecido. Se te paró el motor tres veces en el portón de la ganadera. Ellos, los carabineros, se preocuparon, pero no tenían quien te acompañase. Te dijeron que fueras lento, y te fuiste lento. Sin embargo, el camino era simplemente demasiado técnico para tí. Sandra, no te gustaba manejar, y eso se notaba. Creo que fue lo único que hacías en lo que nunca progresaste como debías. Hiciste tu mejor esfuerzo y no fue malo, porque el camino a ese puente es terrible, pero llegaste. Fue una muestra patente de tu fuerza de voluntad. Sin embargo, estabas enojada, nerviosa y alterada, y te querías volver. Pero tú no volverías porque el desafío te quedó grande, nunca. Seguiste. El puente tiene una entrada estrecha en contracurva. El informe de la SIAT dice que ibas a exceso de velocidad, pero si bien ibas demasiado rápido, eso no es cierto. Entraste al puente a 30, dando una curva demasiado corta; debiste haberla tomada amplia y a 10. La rueda trasera izquierda quedó en el aire y la camioneta cayó sobre la baranda, rompiéndola. Te asustaste y frenaste, sin corregir la dirección, cuando debiste haber volanteado hacia dentro del puente y haber acelerado. La camioneta resbaló a la izquierda, y cayó dando una vuelta de campana. Johny, que no llevaba cinturón de seguridad, se golpeó la cabeza contra la roca y fallecíó inmediatamente, sin sufrir. Tú te golpeaste poco, pero la impresión, los gritos, Johny, los vidrios, el golpe, el dolor, el agua heladísima que te empujaba dentro de la camioneta, te aturdieron y no te dejaron quitarte el cinturón de seguridad.
La verdad es terrible. La verdad duele. No quiero que sea la verdad. Sin embargo este viaje, que pasa una aplanadora sobre mi corazón, me responde las preguntas que me atormentaban por las noches. Sé que no fue tu culpa; no estabas calificada para conducir por ese camino, pero hiciste tu mejor esfuerzo. Sufriste poco; corrobora lo que supe cuando te fui a ver al Servicio Médico Legal. Quisiera poder preguntarte porqué dejaste que Johny viajase sin cinturón. De hecho, te preguntaría porqué no te devolviste cuando viste como era el camino, pero sé que no tenías donde volverte y por otra parte no ibas a volver derrotada. Eras de volver con tu escudo o sobre él, y esa es una de las cosas por las que te admiro.
Te dejamos una plaquita pegada al cerro; quiero que los lugareños conozcan tu nombre, que sepas que eras una doctora, que sepan que eras joven y que sepan llevarte flores. Es lo menos que podríamos hacer. Y dentro de todo, hermosa, de todos los lugares en que el destino podría haberte alcanzado, te fuiste en uno bello. Ojalá que mi destino me alcance en una aventura, como a tí.
En todas las últimas fechas especiales me has estado haciendo regalos especiales. En tu cumpleaños me regalas la verdad, las respuestas a lo que te pregunté cada noche. Aún, sin embargo, no me respondes el porqué; nunca lo harás. La verdad es amarga, un veneno que me sana; te lo agradezco, amor mío.
Uta Kraken. Leo y no sé qué decir... solamente quiero que sepas que la San se aparece en cada pájaro que trina cerca mío cumpita
Me acordé de los versos de una canción, que justamente se llama "La verdad". Dicen así:
La verdad
es imposible de ocultar
Aunque no la digas a nadie,
tú sí la sabrás...
La verdad
me necesita cada día más,
la necesito cada día más,
sin ella es imposible la libertad...
Me alegra leer que tienes un peso menos, y que justamente San te lo alivió.
Un abrazo grande.